FELIPE RAMOS 30/03/2012
La integración de Feve se hará mediante un tren-tram. ¿O habría que decir al tran-tran? Porque así es como lo ha dejado el nuevo presidente de la compañía, Marcelino Oreja, hombre de iluste apellido político. No habrá tranvía, porque no van a venir a León, pese a que están construidos, pagados y comprometidos para aquí. Pero se los llevarán, si no para Hispanoamérica les buscarán otra ubicación. Mira, si quieren redondear la afrenta con León, que se los lleven para Valladolid.
Y si ya no viene el tranvía y vamos a tener un tren diésel para qué queremos los leoneses la catenaria y la electrificación. Ya puestos que saquen la Mikado de los talleres y que la pongan a funcionar, eso sí con carbón de importación que al de aquí, al autóctono, ya le ha puesto el punto y final ese gran ministro canario de apellido castellano.
Pero, tranquilos que aún hay más. Tampoco se hará el ramal al Hospital, que ya está adjudicado y en obras. Para eso habrá que esperar a que unos técnicos, bien pagados por Feve, hagan un estudio de viabilidad económica, que seguro va a decir que no va tanta gente al Hospital como para que se tenga que construir esa infraestructura. Así que se indemniza a las empresas, que ya habían empezado los trabajos; a los alumnos, que se habían pagado el curso de maquinista de tranvía a razón de 9.000 euros, y todos tan tranquilos.
Como para no estarlo. Si ya lo dijo el alcalde: «Cuando uno trata con una persona que sabe tanto es de agradecer». Pues nada. A agradecer tocan, que para eso lo dice el que más manda en la ciudad. Muchas gracias señor Oreja, por la dedicación que ha mostrado con la obra de Feve; muchas gracias, por aplicar raciocinio en este León que estaba tan desorientado; muchas gracias, por decirnos qué es lo que nos conviene y de lo que podemos prescindir; pero, sobre todo, muchas gracias, por nada. Porque, usted por esta obra del tranvía, esa que dice que es la más importante para Feve, no ha hecho nada.
Bueno sí, recortarle 21 millones mientras en otros lugares, como por ejemplo Bilbao, no ha retirado ni un solo euro de los 11 millones que aporta Feve. Y ahí, por cierto señor Oreja, los da a fondo perdido porque, como usted mismo reconoció, Feve no tiene nada que ver en el obra Ría 2000.
Oreja vino a León, mutiló el proyecto de integración del tranvía hasta dejarlo desorejado y se fue entre los aplausos del PP leonés, que no se atrevió a darle ni siquiera un pequeño tirón... del apellido.
