El consejero de Infraestructuras, Francisco González Buendía, no se anduvo ayer con medias tintas y aseguró que el Principado quiere que «FEVE sea el principal operador del tren-tran». No en vano explicó que todos los estudios que se han hecho hasta el momento -ya se han invertido seis millones en ellos- están en el ancho métrico que utiliza la compañía</em>. ¿Las razones? Para empezar, que «la mitad de los trabajadores de la empresa de transportes, unas mil personas, son asturianas». Claro que las declaraciones hay que circunscribirlas al acto en las que tuvo lugar. FEVE presentaba su plan estratégico hasta 2012 y lo hacía en el Casino de Llanes.
El presidente de la compañía, Ángel Villalba, apuntó que están preparados para que, cuando lo exijan las comunidades, «podamos invertir en esos servicios». Lo dijo minutos antes, cuando relataba a los periodistas las directrices de los próximos cuatro años: «Queremos aumentar un 30% nuestros ingresos operativos y alcanzar en 2012 los 53 millones». Para ello, FEVE pretende generar más recursos propios -hablaron de sectores como el transporte de mercancías- para afrontar sus gastos y obtener mayor rentabilidad. La inversión total que se prevé para estos años: más de 616 millones. Con ellos se renovará el parque móvil con 40 nuevas máquinas, que se unirán a las nueve que ya se han renovado y que supondrán casi el 70% de la flota. Eso y la electrificación completa de 177 kilómetros «fundamentalmente en el eje Asturias-Vizcaya» harán más ecológicos los ferrocarriles de la compañía. Además, se renovarán 114 kilómetros de vía. «Vamos a construir 25 kilómetros nuevos entre los tramos de Collanzo y Felechosa, Matallana y Vegacerbera, y Cistierna y Guardo», apuntó Villalba.
El presidente anunció que en estos cuatro años se suprimirán 124 pasos a nivel y se automatizarán 69. Además se remodelarán más de cuarenta estaciones y se seguirá desplegando la fibra óptica de la compañía. El montante también permitirá realizar nuevas obras de acceso a puertos como el de Gijón, «donde queremos estar», e instalaciones fabriles como la Zalia.
Y sobre el AVE del Cantábrico, Buendía dijo que «cualquier infraestructura es bienvenida, siempre que no sea a toda costa».
