
El proyecto, que se adjudicará en el consejo de administración de la empresa del próximo 30 de septiembre con un presupuesto de cerca de 7,5 millones de euros, permitirá «la elevación de la rasante ferroviaria» de la vía estrecha «a nivel con la nueva línea tranviaria prevista»; es decir, la supresión de la trinchera actual para que todas las calles se puedan comunicar, bien con el pasillo del tranvía o con su prolongación viaria al otro lado, para los peatones e incluso para vehículos.