TRIBUNA
El tranvía imprescindible, en vía estrecha
EDUARDO TOCINO MARCOSESPECIALISTA EN TRANSPORTES TERRESTRESTrasladar al tranvía del siglo XXI el error ferroviario de España padecido en los siglos XIX y XX al no adoptar un ancho común europeo, es reiterar el problema. ¿No hemos aprendido de aquel error que tantos problemas nos causa aún hoy?
24/04/2009
DESDE hace meses se llevan publicando artículos defendiendo la opción del tranvía como modo de transporte idóneo para León. Desgraciadamente, tras el acuerdo inicial van apreciándose cambios cuestionables en la evolución del proyecto, que pudieran traducirse en una serie de errores de concepto y planificación perjudiciales para el éxito de tal inversión. El Ayuntamiento abandona aquella apuesta sensata e intuitiva, que realizara en su día el concejal Cecilio Vallejo que abogaba por implantar el tranvía para nuestra ciudad, apoyándose en el corredor de Feve por su potencial y su futuro razonable.
Recordemos que uno de los comentarios más escuchados durante la exposición sobre la movilidad celebrada en San Marcelo, fue la excesiva dimensión del propio tranvía para las calles de León. Pero más allá de la propia percepción estética hay razones técnicas que justifican su diseño en ancho métrico.
La capacidad de Feve como operador y sus oportunidades, parecen no ponderarse en su justa medida como factores claves en este proyecto. Ello trae como consecuencia que, aquellas sospechas iniciales que desde ámbitos políticos se habían lanzado sobre una empresa privada concreta que partiría como favorita para adjudicarle el tranvía, cobren fuerza. Lo idóneo en estas infraestructuras, es lograr una alianza empresarial entre sectores de la construcción, explotación y financiación, no enfrentando a los aspirantes de forma, que finalmente se perjudique tanto a ciudadanos, como al propio proyecto.
Como se ha expuesto hace días, incomprensiblemente se está ignorando la experiencia valenciana, una de las más positivas que se han planificado en España y cuyo éxito radica, a que tiene como base la potenciación de la línea de vía estrecha existente. El ancho de vía métrico, un factor técnico adoptado en diversas ciudades españolas, no se adopta en León, parece, por cuestiones políticas con el objetivo de aislar un proyecto de posibles «competidores», y de otros sistemas de transporte ferroviarios, lo que sin duda y a la postre, lastra la rentabilidad, expansión y futuro del tranvía. No puede planificarse una infraestructura con taras semejantes, cuando se alerta desde diversos foros, y por ello resulta aún más escandaloso el desperdicio de sinergias entre Ayuntamiento y FEVE, entre tranvía y tren de vía estrecha. Estamos asistiendo al nacimiento de un tranvía que nace en ningún sitio y va a ninguna parte, impidiendo de rebote, hasta las conexiones ferroviarias naturales. Sin vía estrecha se margina a toda la ribera del Torio y sus pueblos, a Villaquilambre, e incluso a León internamente. Parece como si el ancho de vía se estuviera utilizando como elemento discriminador contra Feve.
Me consta que en foros internacionales miran la decisión de León con asombro, por repetirse en España tras más de 150 años, un nuevo error en materia de ancho de vía. El error además solo se focaliza en nuestra ciudad curiosamente, donde una actitud netamente «cazurra» creará un tranvía poco viable de seguir por este camino.
Trasladar al tranvía del S. XXI el error ferroviario de España padecido en el S. XIX y XX al no adoptar un ancho común europeo, es reiterar el problema. ¿Pasados más de 150 años de la inauguración del primer ferrocarril español, no hemos aprendido de aquel error que tantos problemas nos causa aún a día de hoy? ¿A qué responde empecinarse en el error? Bajo estas circunstancias, reitero, la sospecha toma cuerpo sobre un proyecto tan ambicioso como necesario y deseable. Que en León existan tres anchos de vía, (ibérico, internacional y métrico) se puede calificar categóricamente como un desastre en la planificación.
El Ferrocarril del Esla, compañía previa Feve, ya planteó unirse con la Estación del Norte; hoy con esta medida se condena también la opción de hacer llegar Feve a la futura estación del AVE. La intermodalidad teóricamente buscada se fulmina, condenando al servicio público a trasbordos arcaicos y un funcionamiento imperfecto. Ello delata la falta de ideas sobre el concepto de red, de integración y coordinación. Mientras en los autobuses se pide consorcio y racionalización, el futuro de los posibles ferrocarriles urbanos salta por los aires y se atomiza por el problema creado con el ancho de vía; plantear una línea aislada es mirar al corto plazo. Incluso el argumento de que en el futuro la línea de Feve pudiera reconvertirse a ancho internacional, no es creíble porque ni hay recursos para ello, y ni siquiera aún hemos visto la primera de las seis líneas prometidas en campaña electoral. Solo tendría sentido el ancho internacional, si se integrarse el tranvía a la red del ADIF, extendiendo su servicio al área metropolitana. Pero este extremo se presenta incompatible con la red AVE, y tampoco compartiría ancho con la red «RENFE» con lo cual, se mire por dónde se mire el ancho de vía métrico es lo idóneo.
Existen otras consideraciones que considero dignas de analizar, puesto que el proyecto de tranvía, a mi juicio es una apuesta política pero que peca de escaso debate social. El ciudadanos observa como siendo Ayuntamiento y Feve del mismo signo político, actúan de forma opuesta. No se entiende el nombramiento relevante de un leonés al frente de Feve como Ángel Villalba, deseable para los intereses provinciales, si no puede materializarse en inversiones. Si la empresa a la que representa, se le imposibilita impulsar o participar en el tranvía o integrar Feve en León, ni se comprenderá por los ciudadanos ni internamente dentro del PSOE. El Ayuntamiento ha de demostrar mucho «talante y talento» con el tranvía y con la integración de Feve, es decir confluir y no divergir para lograr un transporte público realmente global.
Felicito a los creadores, impulsores y componentes de plataforma cuyo fin didáctico, logrará exponer a los ciudadanos las ventajas del tranvía en ancho métrico, ya que si no se corrigen errores, el tranvía podría perder su gran interés estratégico, para quedarse en mero capricho económico-electoral-empresarial, carente de sentido social con el consiguiente gasto incorrecto de dinero público.
